(mini)BIOGRAFÍA
Nací en Luarca, una pequeña villa asturiana en el año 1986, casi con un libro bajo el brazo. Ya desde pequeño disfrutaba de la compañía de una buena lectura o de un CD de los Deep Purple, que mi padre hacía sonar para despertarme los fines de semana. Pasó el tiempo, y mis libros me acompañaron a través de mi estancia en el I.E.S. Severo Ochoa de Luarca, donde preparé mi selectividad. En paralelo, como no podía ser de otra manera, los Purple guiaron mis pasos hasta el Conservatorio de Occidente de Asturias, donde aprendí a tocar el oboe y el saxofón hasta que, como todo hijo, abandoné el nido.
La vida me llevó hasta Madrid, donde durante cinco años estudié Comunicación Audiovisual, en la Universidad Europea de Madrid. En mis años de universitario cultivé grandes amistades que aún perduran, y forjé mi carácter actual a base de venturas y desventuras emocionales, económicas y académicas. En paralelo, cómo no, la música: allí di mis primeros pasos con Desolated City, el primer grupo de rock que después daría pie a muchos más.
Tras mi licenciatura, en 2009, llegó la cruda realidad: ¿y ahora, qué? Así que, currículum en mano, comencé a recorrer media península, buscando algún lugar en el que adoptasen a un pequeño polluelo recién licenciado sin apenas experiencia. La búsqueda fue infructuosa, sin embargo recibí la llamada de una de aquellas antiguas amistades que había cuajado en Madrid: "Hey, a ti que te gusta escribir, he encontrado un máster de guion en Pontevedra". Dicho y hecho. En apenas dos días estaba afincándome en la Residencia Caixanova, y al tercer día ponía el pie en el aula en la que pasaría un año, nutriéndome de algunos grandes nombres del audiovisual y la literatura gallega, como Ángel de la Cruz, Carlos Ares o Miguel Anxo Fernández.
Y llegó mayo. Y llegaron las prácticas. Y a raíz de dichas prácticas, al fin, mi primer trabajo: auxiliar de contenidos en V Televisión. Allí trabajé, tras mis prácticas, tres años que se me hicieron cortos. Al principio, mi labor ocupaba varios aspectos del audiovisual: redactaba sinopsis, preparaba la escaleta de emisón y la parrilla semanal... Pero poco a poco fui adquiriendo responsabilidades: el guion de dos secciones de un programa de producción propia, las entrevistas y el montaje de un programa de videoclips (ay, la música...), la programación de las redes sociales de la televisión y su página web...
Tras mi paso por V Televisión, no iba a quedarme quieto. No podía oxidarme. Así que continué por mi cuenta. Desde 2014 a 2018 me centré en mi grupo de punk rock, Sin City Devils, y en seguir escribiendo mientras realizaba algunos trabajos en Mu Producións, una pequeña productora con la que tuve la oportunidad de escribir dos de mis largometrajes documentales, ambos de corte social: La Bahía en Pie y Bullfight. Sin embargo, el audiovisual me resultó un mundo bastante volátil, por lo que di el salto a los eventos y los conciertos (hemos hablado de la música ya?). En paralelo, procuré seguir formándome realizando un curso de doblaje y locución en A Coruña. Y bueno, el mundo de los eventos y los conciertos me gustaba tanto que hizo falta una pandemia mundial para que lo dejase.
Pero 2020 no fue un año pasado en balde. Agarré el toro por los cuernos, me hice dueño de mi vida y aproveché mi situación de desempleo forzado para seguir creciendo, aprendiendo sobre guion de videojuegos y creando contenido en Twich. Esto me hizo madurar y plantearme un paso más... ¿Por qué no explotar mis estudios de doblaje y locución? Así que el 1 de enero de 2021 me di de alta como autónomo y empecé otra aventura más. Una aventura que parecía en solitario, y al final me acabó llevando a mi siguiente productora, ithpro.es. Desde entonces, he trabajado con tres grandes amigos codo con codo, para clientes como Comisiones Obreras de Galicia, el Clúster Galego de Saúde, o la empresa de congelados Froitomar.
¿Y ahora? Pues ahora... Aquí estamos. Si te pica la curiosidad acerca de las cosas que he hecho, no tienes más que echar un ojo en mis trabajos.
La vida me llevó hasta Madrid, donde durante cinco años estudié Comunicación Audiovisual, en la Universidad Europea de Madrid. En mis años de universitario cultivé grandes amistades que aún perduran, y forjé mi carácter actual a base de venturas y desventuras emocionales, económicas y académicas. En paralelo, cómo no, la música: allí di mis primeros pasos con Desolated City, el primer grupo de rock que después daría pie a muchos más.
Tras mi licenciatura, en 2009, llegó la cruda realidad: ¿y ahora, qué? Así que, currículum en mano, comencé a recorrer media península, buscando algún lugar en el que adoptasen a un pequeño polluelo recién licenciado sin apenas experiencia. La búsqueda fue infructuosa, sin embargo recibí la llamada de una de aquellas antiguas amistades que había cuajado en Madrid: "Hey, a ti que te gusta escribir, he encontrado un máster de guion en Pontevedra". Dicho y hecho. En apenas dos días estaba afincándome en la Residencia Caixanova, y al tercer día ponía el pie en el aula en la que pasaría un año, nutriéndome de algunos grandes nombres del audiovisual y la literatura gallega, como Ángel de la Cruz, Carlos Ares o Miguel Anxo Fernández.
Y llegó mayo. Y llegaron las prácticas. Y a raíz de dichas prácticas, al fin, mi primer trabajo: auxiliar de contenidos en V Televisión. Allí trabajé, tras mis prácticas, tres años que se me hicieron cortos. Al principio, mi labor ocupaba varios aspectos del audiovisual: redactaba sinopsis, preparaba la escaleta de emisón y la parrilla semanal... Pero poco a poco fui adquiriendo responsabilidades: el guion de dos secciones de un programa de producción propia, las entrevistas y el montaje de un programa de videoclips (ay, la música...), la programación de las redes sociales de la televisión y su página web...
Tras mi paso por V Televisión, no iba a quedarme quieto. No podía oxidarme. Así que continué por mi cuenta. Desde 2014 a 2018 me centré en mi grupo de punk rock, Sin City Devils, y en seguir escribiendo mientras realizaba algunos trabajos en Mu Producións, una pequeña productora con la que tuve la oportunidad de escribir dos de mis largometrajes documentales, ambos de corte social: La Bahía en Pie y Bullfight. Sin embargo, el audiovisual me resultó un mundo bastante volátil, por lo que di el salto a los eventos y los conciertos (hemos hablado de la música ya?). En paralelo, procuré seguir formándome realizando un curso de doblaje y locución en A Coruña. Y bueno, el mundo de los eventos y los conciertos me gustaba tanto que hizo falta una pandemia mundial para que lo dejase.
Pero 2020 no fue un año pasado en balde. Agarré el toro por los cuernos, me hice dueño de mi vida y aproveché mi situación de desempleo forzado para seguir creciendo, aprendiendo sobre guion de videojuegos y creando contenido en Twich. Esto me hizo madurar y plantearme un paso más... ¿Por qué no explotar mis estudios de doblaje y locución? Así que el 1 de enero de 2021 me di de alta como autónomo y empecé otra aventura más. Una aventura que parecía en solitario, y al final me acabó llevando a mi siguiente productora, ithpro.es. Desde entonces, he trabajado con tres grandes amigos codo con codo, para clientes como Comisiones Obreras de Galicia, el Clúster Galego de Saúde, o la empresa de congelados Froitomar.
¿Y ahora? Pues ahora... Aquí estamos. Si te pica la curiosidad acerca de las cosas que he hecho, no tienes más que echar un ojo en mis trabajos.